En Redlaser sabemos que muchos pacientes llegan a nuestra clínica buscando una solución definitiva para la hipermetropía alta. Este defecto visual, que dificulta la visión cercana y, en grados más severos, también la lejana, puede afectar significativamente la calidad de vida. Cuando los anteojos y lentes de contacto ya no son suficientes o resultan incómodos, la cirugía refractiva se convierte en una alternativa eficaz y segura. En este artículo te explicamos en detalle qué opciones existen hoy en día, cómo se realizan y en qué casos se recomienda cada una.
¿Qué es la hipermetropía alta?
La hipermetropía es un error refractivo que ocurre cuando el ojo es más corto de lo normal o la córnea tiene una curvatura menor a la adecuada. Esto provoca que la imagen se enfoque detrás de la retina en lugar de hacerlo directamente sobre ella, lo que genera visión borrosa.
Cuando hablamos de hipermetropía alta, nos referimos a pacientes con más de +5 dioptrías. En estos casos, la dependencia de anteojos o lentes de contacto es prácticamente total y las actividades cotidianas se ven seriamente limitadas. Además, este grado de hipermetropía suele asociarse con fatiga visual, dolores de cabeza y dificultades para realizar tareas simples como leer, conducir o trabajar frente a una pantalla.

¿Cuándo considerar una cirugía refractiva?
Los especialistas de Redlaser evaluamos cada caso de manera individual antes de recomendar una cirugía. En general, un paciente con hipermetropía alta puede ser candidato si cumple con los siguientes criterios:
- Tener una graduación estable durante al menos un año.
- Poseer córneas sanas y con el espesor suficiente para soportar el procedimiento.
- No presentar enfermedades oculares graves como queratocono, glaucoma avanzado o degeneración macular.
- Tener expectativas realistas sobre los resultados de la cirugía.
La evaluación preoperatoria incluye exámenes como la topografía corneal, la paquimetría y estudios de fondo de ojo, que permiten determinar cuál es la técnica más adecuada para cada paciente.
Técnicas de cirugía refractiva para hipermetropía alta
La tecnología actual ofrece distintas alternativas para corregir la hipermetropía alta. En Redlaser trabajamos con procedimientos de última generación, seguros y validados a nivel internacional.
1. Cirugía láser excímer (LASIK / PRK)
En grados leves o moderados de hipermetropía, la cirugía láser es muy efectiva. Consiste en remodelar la curvatura de la córnea para que los rayos de luz se enfoquen correctamente en la retina.
- LASIK: se levanta una fina capa de tejido corneal y se aplica el láser en el estroma corneal.
- PRK: se elimina el epitelio corneal y se remodela directamente la superficie con el láser.
Sin embargo, en casos de hipermetropía alta, estas técnicas pueden tener limitaciones porque requieren un espesor corneal suficiente y el riesgo de regresión aumenta. Por esta razón, en Redlaser solemos recomendar otras alternativas más seguras en pacientes con graduaciones muy elevadas.

2. Lentes intraoculares fáquicos (ICL)
Son una de las mejores opciones para pacientes con hipermetropía alta y córneas que no permiten cirugía láser. Se trata de un lente de diseño especial que se implanta dentro del ojo, entre el iris y el cristalino, sin necesidad de retirar ninguna estructura natural.
Ventajas de los ICL:
- Excelente calidad visual incluso en graduaciones altas.
- Procedimiento reversible: el lente puede retirarse si fuera necesario.
- Preserva la córnea y no altera su estructura.
- Recuperación rápida, generalmente en pocos días.
3. Lentes intraoculares pseudofáquicos (reemplazo de cristalino)
Otra alternativa para pacientes con hipermetropía alta es la sustitución del cristalino natural por un lente intraocular multifocal o monofocal. Este procedimiento es muy similar a la cirugía de cataratas y ofrece una corrección estable a largo plazo.
Se recomienda principalmente en pacientes mayores de 45 años, ya que el cristalino pierde su capacidad de acomodación con la edad (presbicia). Al reemplazarlo por un lente artificial, no solo se corrige la hipermetropía, sino también otros defectos asociados.
Recuperación después de la cirugía
Independientemente de la técnica utilizada, la recuperación suele ser rápida y con mínimas molestias. El paciente debe seguir rigurosamente las indicaciones médicas, que incluyen el uso de colirios antibióticos y antiinflamatorios, así como controles periódicos para verificar la correcta cicatrización.
En la mayoría de los casos, los resultados son visibles desde el primer día, alcanzando su máxima estabilidad visual a las pocas semanas.
Beneficios de la cirugía refractiva en hipermetropía alta
Optar por una cirugía refractiva en Redlaser ofrece múltiples ventajas:
- Mayor independencia de lentes ópticos.
- Mejora significativa de la calidad visual y la vida diaria.
- Procedimientos seguros y avalados por la tecnología más avanzada.
- Tratamiento personalizado según las características oculares de cada paciente.

¿Dónde realizarse la cirugía?
En nuestras sedes de Santiago y Talca, realizamos exclusivamente procedimientos con cirugía láser, indicados en hipermetropías leves o moderadas.
En la sede de Concepción, además de cirugía láser, disponemos de la posibilidad de implantar lentes intraoculares fáquicos y pseudofáquicos, lo que amplía el rango de pacientes candidatos y permite tratar incluso los casos más complejos de hipermetropía alta.
La hipermetropía alta ya no es una limitación definitiva para disfrutar de una visión clara y sin dependencia de anteojos. Gracias a las técnicas modernas de cirugía refractiva y a la experiencia de nuestros especialistas en Redlaser, cada paciente puede acceder a un tratamiento seguro, personalizado y con resultados duraderos.
Si deseas saber si eres candidato a una cirugía refractiva para corregir tu hipermetropía, agenda una evaluación en cualquiera de nuestras sedes. Nuestro equipo médico estará encantado de orientarte y acompañarte en cada paso del proceso.